Aguirre, Andrés de (1527 - 1593)
Vizcaíno de nacimiento e hijo del convento de Salamanca, donde profesó el año 1542. Pasó a México y en aquella Provincia se desempeñó primero como Predicador y Confesor del convento de Totolapa (1563), y como Prior (1564). Formó parte del quinteto de agustinos que, encabezados por Fr. Andrés de Urdaneta, partió del puerto de la Navidad hasta Filipinas en busca del tornaviaje, que descubrieron al regresar a Acapulco en octubre 1565.
Después de breve paso por la Corte madrileña, tornó a México y, empujado por su celo misionero, presidió una Misión de nueve agustinos que llegaron a Manila en 1580. Ese mismo año fue elegido Prior del convento de San Agustín y al siguiente Provincial. Como muestra de su talante reproducimos la ‘Determinación 3ª’ del Capítulo en el que fue elegido Superior y según la cual “los Priores, en llegando a sus respectivos conventos, darían libertad a todos los esclavos y esclavas que la casa tuviere, ‘excepto que si algunos fueren tan chiquitos y que fuesen huérfanos y de tierras lejanas, en cuyo caso se les daría cédula de libertad firmada, entregándosela al Principal del pueblo para que, llegado el muchacho a la edad de discrepción, se la diese y él pudiese hacer según su voluntad”. Bajo su mandato se abrieron los nuevos conventos de Lingayén, Bantayán, Carcar, Antique, Aclan, Batangas, Malolos, Hagonoy y Nuevo México. Fue, además, un comprometido defensor de los filipinos, como lo reflejan sus declaraciones epistolares: ‘Estos naturales tienen extrema neçessidad que V. Majestad los provea de un Protector que los ampare de los continuos agravios y molestias que padecen, que son grandes, y comúnmente los padeçen maiores y más ordinarios de los que los avían de defender y amparar, que son los alcaldes maiores que el Gobernador á puesto por toda la tierra’.
Polemizó con el obispo Domingo de Salazar por el tema de la exención de los regulares, lo que viajara a la Península en 1582 para informar a Felipe II de los problemas urgentes en la evangelización, la esclavitud, los impuestos y las relaciones con las autoridades civiles. Gestionó también en la Corte otros asuntos como limosna regia para las enfermerías agustinianas de Manila y Oton y también la innovadora petición de solicitar la ayuda real para la construcción de conventos e iglesias de materiales fuertes de piedra y ladrillo. Tanto en Filipinas como en España el P. Aguirre tomó a pecho la defensa de los soldados. Pues una de las principales causas que originaban los agravios que se hacían a los filipinos era el ser los soldados tan pobres al no dárseles socorro alguno para su sustento. De ahí que anduvieran desmandados buscando qué comer y cometieran los abusos más desorbitados.
Desde la curia generalicia se le concedió el título de Maestro de la Orden y a su regreso a México le nombraron Definidor (1587) y Presidente del Capítulo (1591). A pesar de su avanzada edad y achaques en 1593 pasó a Filipinas al frente de una barcada de 12 misioneros. En Manila promovieron su elección para Provincial, pero se excusó en razón de sus muchos años, si bien no pudo renunciar a los cargos de primer Definidor y Prior del convento de San Agustín de Manila, en el que falleció el 8 de septiembre de 1593, habiendo cruzado el Pacífico cinco veces, con más de 30 mil leguas de recorrido, sólo por cumplir el mandato de predicar y llevar el evangelio a México y Filipinas.
Bibl.: Alzagaray, J. J., Andrés de Aguirre, en Vascos Universales del Siglo XVI (=Creación Literaria 10), Madrid 1988, 233-252; Basalenque, D., Historia de la Provincia de San Nicolás de Tolentino de Michoacán del Orden de N. P. S. Agustín, México 1963, 186-196; Castro, A. M. de, Misioneros agustinos del Extremo Oriente, 1565-1780. (Osario Venerable), ed. M. Merino, Madrid 1954, 26-27; Gaspar de San Agustín, Conquistas de las Islas Philipinas, I, Madrid 1698, 57-131, 465-471; Herrera, T. de, Alphabetum Augustinianum, II, Matriti 1644, 571; Jorde, E., Catálogo bio-bibliográfico de los religiosos agustinos de la Provincia del Santísimo Nombre de Jesús de las Islas Filipinas desde su fundación hasta nuestros días, Manila 1901, 6-7; Juan de la Concepción, Historia general de Filipinas, II, Madrid 1788, 51-58; Lazcano, R., Bibliographia Missionalia Augustiniana –América Latina- (1533-1993), Madrid 1993, 201-205; Martínez Noval, B., Apuntes históricos de la Provincia Agustiniana del Santísimo Nombre de Jesús de Filipinas: Filipinas, Madrid 1909, 15-19, 28-31, 63-68; Merino, M., Agustinos evangelizadores de Filipinas (1565-1965), Madrid 1965, 381; Rodríguez, I., Aguirre, Andrés de, OSA, en Diccionario histórico geográfico y cultural de Filipinas y Pacífico, I, Madrid 2008, 28-29; Rodríguez, I.-Álvarez, J., Diccionario biográfico agustiniano. Provincia de Filipinas (1565-1588), I, Valladolid, 1992, 54-70; Santiago Vela, G. de, Ensayo de una biblioteca Ibero-Americana de la Orden de San Agustín, I, Madrid 1913, 55-57; Vidal, M., Agustinos de Salamanca, I, Madrid 1751, 404-408.
J. Álvarez Fernández