Bravo Andrés, Felipe (2.2.1823 - 8.2.1894)


Bravo Andrés FelipeHijo de Zoilo y Benita, nació el 2 de febrero de 1823 en Villasarracino (Palencia). Tras cursar las primeras letras en su villa natal, ingresó en el noviciado agustiniano de Valladolid el 30 de octubre de 1842. Era filósofo y diácono cuando se embarcó para Filipinas el 27 de febrero de 1845.

En el convento de San Agustín de Manila se ordenó de sacerdote el 5 de mayo de 1849. Tornó a Valladolid con oficio de vicerrector (1849) y después rector del Real Colegio Seminario (1850), en cuyas aulas ejerció su magisterio como rector de la Orden (1849).

Regresó en 1857 al archipiélago magallánico, donde desempeñó los siguientes cargos: procurador general (1859-1861), prior de Manila (1861), definidor provincial (1861-1864, 1873-1877), vicario prior de Lipa (1861-1862), cuatro veces prior de Bauang (Batangas) (1863-1894), visitador y vicario provincial de Batangas (1873-1877) y prior provincial (1864-1865, 1881-1884). Desde 1881 fue miembro correspondiente de la Real Sociedad Económica Filipina de Amigos del País. El año 1879 viajó a España para restablecer su quebrada salud. Un año de ida y vuelta, que aprovechó para conocer países como Arabia, Egipto, gran parte de Europa, las Indias inglesas y holandesas, colonias portuguesas y China, y ensanchar sus experiencias y conocimientos.

Con cariño le recuerdan los batangueños de Lipa y Bauang, en cuya iglesia levantó un grandioso crucero, erigió un moderno y amplio cementerio, y edificó escuelas y tribunal municipal, por lo que el filipinólogo Retana confiesa: “El P. Bravo ha logrado hacer de Bauang uno de los pueblos más prósperos del Archipiélago; el casco de la población se distingue por la policía y homogeneidad en las construcciones; ha sido grande propagador del telar, y gracias a su celo, a su energía y a su constante predicación, los hijos de Bauang son de los más activos de Filipinas, y a la vez de los más leales a la Metrópoli”.

Además de párroco fue prior provincial y en su labor de gobierno destacó por su prudencia y rectitud, de tal manera que Santiago Vela afirma que “era proverbial en Manila que ninguna orden general para las islas se publicaba en la Gaceta sin antes pasar por su censura”.

No podemos olvidar su faceta de erudito etnólogo y experto orientalista. Conocedor de las lenguas inglesa y francesa, poseía una copiosa biblioteca “de muchos cientos de volúmenes”, de la que se sirvió para confeccionar junto al P. Manuel Buceta su Diccionario geográfico, estadístico, histórico de las Islas Filipinas, obra que el gobierno español recomendó vivamente, previo informe laudatorio del gobernador de Filipinas. La crítica de los bibliófilos filipinos no es tan unánime, pues oscila entre la sobrevaloración que hacen los PP. Pérez-Güemes y la subestima de Pardo de Tavera-Retana, que les tachan de plagiarios del francés J. Mallat y del español Madoz. No negamos que sean deudores de estos autores, pero en el Diccionario geográfico hay muchos datos, aportaciones personales y documentos que no están acuñados en los trabajos de Mallat y Madoz, y sabemos que en los archivos agustinos de Manila y Valladolid encontraron los PP. Buceta y Bravo relaciones inéditas, mapas y cartas que enriquecieron su publicación.

Llegó a septuagenario y, lo más importante, querido y apreciado por sus feligreses de Bauang, donde falleció el 8 de febrero de 1894.

Obras de -: -Buceta, M., Diccionario geográfico, estadístico, histórico de las Islas Filipinas dedicado a S. M. el Rey, Madrid 1851.

Bibl.: Álvarez, J., Bravo, Andrés, OSA, en Diccionario histórico, geográfico y cultural de Filipinas y el Pacífico, I, Madrid 2008, 190-191; Jorde, E., Catálogo bio-bibliográfico de los religiosos agustinos de la Provincia del Santísimo Nombre de Jesús de las Islas Filipinas desde su fundación hasta nuestros días, Manila 1901, 465-466; Rodríguez, I., Historia de la Provincia Agustiniana del Smo. Nombre de Jesús de Filipinas, IV, Manila 1968, 37-38, 320-322; Santiago Vela, G. de, Ensayo de una biblioteca Ibero-Americana de la Orden de San Agustín, I, Madrid 1913, 451-5453.

J. Álvarez Fernández