Navarro Ordóñez, Eduardo (8.11.1843 - 7.2.1910)


Hijo del Subteniente Juan Teodoro y de Blasa, nació el 8 de noviembre en la capital castellana en la que se ubicaba el real colegio seminario de Filipinos, donde vistió la cogulla agustiniana el 15 de octubre de 1860 y comenzó sus estudios.

Inconclusa su carrera zarpó para el archipiélago magallánico en 1864. En Manila fue ordenado presbítero el 22 de diciembre de 1866 y poco después ya se le confió la cura animarum en los curatos de Villavieja (1868-1870), Bantay y San Ildefonso (1870), Santa Cruz (Ilocos) (1874), Bantay (1877), donde “como aficionado que es a la música y dibujo, ha trabajado cuanto ha podido por extenderlas entre los feligreses a él confiados, desarrollando en todo tal constancia y actividad que no ha podido menos de llamar la atención de todos cuantos le han tratado”.

Tornó a España para ocupar el priorato del Escorial (1885) y luego el oficio de comisario-procurador en Madrid (1887), siendo comisionado por ello para estudiar la posibilidad de abrir algunas casas y residencias en Hispanoamérica, redactando para ello una detallada Memoria.

Por segunda vez volvió a Filipinas para pastorear las feligresías de San Fernando, Benguet y La Unión (1890). Pero al ser elegido vicario provincial y comisario procurador en 1893, nuevamente regresó a la península. De Madrid pasó a Valladolid como maestro de novicios (1897) y luego definidor (1905). En su ciudad natal falleció el 7 de febrero de 1910.

Mientras estuvo al frente de la comisaría se batió contra los ‘unionistas escurialenses’, entre cuyas filas se contaban frailes como Tomás Cámara, obispo de Salamanca, Francisco Valdés Noriega, futuro obispo de Jaca, Tomás Rodríguez y Eustasio Esteban, futuros priores generales de la Orden. Perdió la batalla, pero aceptó las circunstancias con estoica ejemplaridad y profunda y humilde religiosidad. El decreto de unión de 1893 tuvo una doble consecuencia: la unión a la Orden Agustiniana de los agustinos de España, por encima de lazos del Patronato y el nacimiento de la nueva provincia del Sagrado Corazón de Jesús o Matritense del seno de la provincia de Filipinas.

En cuanto a la revolución filipina se implicó activamente como coordinador y defensor de las órdenes religiosas ante el ministerio de Ultramar. Su libro Filipinas: Estudio de algunos asuntos de actualidad es un fiel reflejo y, según el investigador Blanco Andrés, “deja traslucir un esquema político y conservador que nacía de dos argumentos básicos, justificados en la consideración del escaso desarrollo del indígena y la proclamada superioridad del español. Por todo ello, se fundaba el asiento del gobierno, según la explicada preferencia por el espíritu de la legislación indiana, sobre patrones paternales y moralistas y la preponderancia y privilegios de la religión, o sea, de los párrocos en la vida social y municipal”.

Fue también un gran bibliófilo y coleccionista, como atestiguan la biblioteca y el museo Oriental del Real Colegio Seminario de agustinos de Valladolid. En la primera por su iniciativa nació el Fondo de Filipiniana, pues el número de obras por él reunidas –según testimonio del bibliotecario P. A. Blanco- fue tan crecido “que quizás puede competir, y aun superar en alguna materia, a la que más volúmenes filipinos cuente entre las que en el mundo existen”. Actualmente dicho Fondo sigue engrosándose con nuevas adquisiciones y ha sido publicado el Catálogo en 1993 con unas once mil entradas. Fue asiduo colaborador de la revista agustiniana España y América, donde publicó varios artículos. También se conservan varios manuscritos sobre documentación interesante para la historia agustiniana.

Obras de -:Filipinas. Estudio de algunos asuntos de actualidad, Madrid 1897; Documentos indispensables para la verdadera historia de Filipinas, Madrid 1908.

Bibl.: Analecta Augustiniana 3 (1909-1910) 288-289; Blanco Andrés, R., Eduardo Navarro, procurador de la provincia de agustinos de Filipinas, en Archivo Agustiniano 85 (2001) 3-45; Un agustino vallisoletano para la crisis de Filipinas, Valladolid 2006, 285pp.; Gato de la Fuente, V., El Muy R. P. ExProvincial Fr. Eduardo Navarro (Agustino), en España y América 8/I (1910) 477-480; Jorde, E., Catálogo bio-bibliográfico de los religiosos agustinos de la Provincia del Santísimo Nombre de Jesús de las Islas Filipinas desde su fundación hasta nuestros días, Manila 1901, 532-533; Martínez Noval, B., Apuntes históricos de la Provincia Agustiniana del Santísimo Nombre de Jesús de Filipinas: América, Madrid 1909, 10-12; Merino, M., Agustinos evangelizadores de Filipinas (1565-1965), Madrid 1965, 58-59;Rodríguez, I.,Historia de la Provincia Agustiniana del Smo. Nombre de Jesús de Filipinas: Bibliografía, IV, Manila 1968, 481-487;Navarro, Eduardo, OSA, en Diccionario histórico geográfico y cultural de Filipinas y Pacífico, II, Madrid 2008, 680-681;Rodríguez, I.-Álvarez, J.,Al servicio del evangelio. Provincia Agustiniana del Santísimo Nombre de Jesús de Filipinas, Valladolid 1996, 233; Santiago Vela, G. de, Ensayo de una biblioteca Ibero-Americana de la Orden de San Agustín, VI, Madrid 1922 11-18: Orcasitas, M.A., Unión de los agustinos españoles [1893]. Conflicto Iglesia-Estado en la Restauración, Valladolid, Ed. Estudio Agustiniano, 1981, passim.

J. Álvarez Fernández