Ortega, Francisco de (+24.I.1601)


Nada sabemos de su nacimiento y patria. Pasó a Méjico en 1551 y a Filipinas en 1571, desde donde le escribe al monarca Felipe II [Manila, 22.6.1590] que ‘no quiero tratar del gozo espiritual que reciví en ver esta tierra y simples ovejuelas destos pobres indios, ya convertidos y puestos en el rebaño y aprisco de Christo, apacentados con su divina palabra, que en alguna manera podría llamarlas mías, por aver sido el primer prelado que tuvieron cuando vino a esta ciudad el primer gobernador de V. Majestad, Miguel López de Legazpi’.

Defensor de los filipinos, denunció atropellos y abusos y consiguió del rey Felipe III una cédula [Aranjuez, 26.5.1609] en la que se instaba a ‘que los repartimientos se hagan en tiempo que no embaraçen o impidan la sementera y cosecha de frutos, ni las demás ocasiones y tiempos en que los indios han de acudir a la granjería y administración de sus haciendas... y que se les dé enteramente el jornal que merecieren por su trabajo, y se les pague en su mano cada día o al fin de la semana, como ellos escogieren’. En el capítulo provincial de 1572 fue nombrado primer prior de Mindoro y en el de 1575 definidor y prior de Manila, pidiendo el nombramiento de un protector de los naturales que cuidara de defenderlos.

En 1578 fue nombrado comisario en Madrid y Roma. Desde la corte recolectó una copiosa misión de operarios evangélicos para las islas, y en la curia obtuvo el cargo de visitador de la provincia de Filipinas. Desde 1590 a 1599 todo su interés fue enriquecer con hombres a la provincia a que pertenecía. El general de la Orden supo reconocer sus méritos y le nombró visitador general de México [Roma, 26.2.1597] y de Filipinas [Venecia, 13.8.1598].

En 1599 le presentó el rey de España para obispo de Nueva Cáceres. Goza de ser el primero de la Orden presentado para ocupar una sede episcopal en Filipinas. El 6 de junio se hacía a la vela en el puerto de Sanlúcar de Barrameda y en México recibió la consagración episcopal, de la que disfrutó poco tiempo, pues falleció en la capital azteca el 24 de enero de 1601. El p. Gaspar de San Agustín escribe que ‘su cuerpo fue enterrado en la sacristía de aquel convento [San Agustín de México] a fin del año de 1601 o principio del siguiente’.

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J. Álvarez Fernández